Texto: Doly Leytón Arnez / Fotos: Jhony Salguero / Videos: Huascar Bustillos (RAI)
Sus rostros alegres y juguetones irradian más energía que el sol que empieza a iluminar la tierra roja de las calles de Santiago de Chiquitos. El punto de encuentro es el Hotel Churapa. Al llegar, algunos miran a través de las rendijas de las ventanas de madera tallada que da a aquel salón que ha sido tomado por un centenar de abuelos, plasmados en cuadros por el artista Leoni. Las risas se matizan con el sonido de una flauta y luego por los tambores que suenan a modo de práctica. Son los Yaika, un grupo de niños y jóvenes músicos que están listos para disfrutar una vez más el “despertar con violines”, recorriendo las calles del pueblo interpretando música chiquitana, acompañados por los artistas invitados. Esta es sólo una de las actividades que se disfruta durante el Festival de Música y Arte para la Conservación que se realiza desde el 2015 en Santiago de Chiquitos. Este año, fue del 26 al 29 de enero.
Es parte del espíritu del festival ConserVarte promover el arte y la cultura viva en Santiago de Chiquitos. En esta población, se percibe a simple vista que los niños y jóvenes son embajadores de su música y costumbres. Los Yaika son pequeños músicos y danzarines, de entre 6 y 15 años, que además reciben formación ambiental en el Centro Cultural Ambiental Panorama, dependiente de la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano.
Acompañando a más de 40 invitados de diversas artes, entre músicos, talladores, pintores, y cantantes, los jóvenes santiagueños participan de manera activa los cuatro días del evento. Unos, se destacan por sus vestimentas blancas confeccionadas con telas de tocuyo, telas naturales, que son como el lienzo en el que resalta también el arte de las manos chiquitanas, con pinturas que hacen alusión a El Abuelo, personaje típico del lugar, o las pinturas rupestres que abundan en esa zona. Las niñas lucen los vestidos tradicionales, llamados tipoy.
Otro grupo, luce elegantes vestimentas negras con camisas blancas ya que forman parte del Coro y Orquesta de Santiago, integrado también por pequeños músicos y jóvenes colegiales que interpretan piezas barrocas. Este año hicieron gala de sus habilidades en una presentación conjunta con la cantante invitada Jodi Penner y la pianista Juliya Ogurstova.
El Festival de Música y Arte para la Conservación es una iniciativa de responsabilidad social del propietario del Hotel Churapa, Steffen Reichle, quien lo organizó por primera vez en 2015 en conjunto con el pintor Leoni y una veintena de artistas que se sumaron de manera entusiasta. En su tercera versión, el evento ha consolidado el apoyo del Gobierno Municipal de Roboré y del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (CEPAD). Además de fortalecer el compromiso de los artistas de trabajar para sensibilizar sobre la importancia de cuidar el medioambiente.
Unidos con un sólo mensaje
La novedad de esta versión del festival que promueve el cuidado del medioambiente, fue la proyección del documental Planeta Bolivia que fue presentado personalmente por su productor, el ex presidente Carlos Mesa. El destacado documentalista boliviano se unió al ConserVarte y emitió un importante mensaje entre los asistentes. “Planeta Bolivia busca generar una nueva conciencia ambiental que no esté vinculada a echar culpas, definir o proponer soluciones, desde la perspectiva del documental, sino generar una interpelación en quienes miran nuestros documentales. Que cada uno de los espectadores piense qué lugar ocupa en este desafío de eliminar la contaminación, de asumir la realidad del cambio ambiental. De proponer qué puede hacer en su vida cotidiana para evitar la destrucción de nuestro medioambiente y de la armonía ser humano y naturaleza”, enfatizó Mesa.
Cada año, los artistas invitados son encargados de crear obras durante las cuatro jornadas. Cada uno se inspira tanto en la cultura como en la naturaleza de Santiago de Chiquitos. Junto a los organizadores, pasean por el pueblo y sus alrededores para conocer su riqueza cultural y natural.
En esta oportunidad, una exposición de pinturas inspiradas en El Abuelo chiquitano, a cargo del artista plástico Leoni, les dio la bienvenida en el Hotel Churapa. Allí también, en distintos lugares, se pueden observar algunas de las obras realizadas en las ediciones anteriores.
Las presentaciones de la agrupación cultural Surazo, Mensajeros Chiquitanos y los Tamborines de Santiago sirvieron también de inspiración para la creación de algunas obras. Al igual que la visita a los miradores desde donde se observa un majestuoso paisaje del Valle de Tucabaca. Imponentes formaciones pétreas forman parte de ese hermoso recorrido.
El proceso de creación de cada obra fue el deleite de los visitantes que se dieron cita durante las cuatro jornadas. El artista Diego Ferrufino, sorprendió a todos con la construcción en metal de una máscara del Abuelo de más de dos metros de altura. Mientras que el tallador Sixto Angulo también se aficionó con la máscara y talló una en madera. A su vez, Leoni protagonizó un performance llamativo al son de violines en el que usó de lienzo el cuerpo de dos modelos. Las pinceladas en el torso desnudo de las jóvenes fueron formando poco a poco aquel conocido rostro con mejillas sonrojadas y cara picaresca.
La pasión por este personaje se sintió en cada rincón de Santiago. En la plaza del pueblo, las artistas Jaqueline Augusto y Beatriz Maciel maquillaron con los rasgos del singular abuelo a cuanto visitante lo pedía. Los fotógrafos Edmon Sánchez y Steffen Reichle se encargaron de retratar a los visitantes.
Cuando de inspiración se trata, los artistas no tienen límites y pueden trasformar piedras, maderos, retazos de metal e incluso frutos para plasmar imágenes hermosas. Así lo demostró Eliana do Santos que mostró su talento en el tallado de frutos previo a una exposición en la que se habló de la importancia del Área Protegida Tucabaca, zona donde está anclado Santiago de Chiquitos.
Reafirmando su compromiso con el arte y la conservación, este año también se contó con la participación la familia Condarco. Gonzalo Condarco talló en piedra figuras de animales brindando un mensaje de la importancia de no depredar. Junto a él, su hijo Mijael y su esposa Isabel Rosario, trabajaron otras obras también en piedra y arcilla.
En tanto que la pintora Linda Da Costa, dejó su sello personal en la escuela de música donde plasmó un mural inspirado en los pequeños violinistas del pueblo.
El teatro también fue una herramienta para transmitir el mensaje de conservación de la naturaleza. El elenco de Xarivari Teatro presentó su obra medioambiental Puro lucro, rompe todo.
El último show, congregó en la plaza a todo el pueblo y a los turistas en torno a un concierto que reunió en el escenario a Mariana Massiel, Jodi Penner, Gus Orihuela, Luis Marcelo Murillo y Fernando Díez. En esta ocasión, el director del Cepad, Carlos Hugo Molina, también mostró su talento interpretando algunos temas con armónica.
Al cierre, los organizadores hicieron una evaluación positiva. La directora de Turismo de Roboré, Vanessa Suárez, reafirmó el compromiso municipal y anunció que en las próximas versiones se tendrá la presencia de los artistas y sus creaciones en otras zonas de Roboré. Este año, Arterias Urbanas hizo un mural en esa ciudad.
Para el gestor del ConservArte, Steffen Reichle, las lecciones aprendidas de las anteriores ediciones fueron positivas y este año el éxito se puede medir con el compromiso de los artistas de volver a participar, el mayor flujo de visitantes atraídos por esta actividad y el apoyo institucional que se ha sumado a este emprendimiento.
En 2018, el Festival ConservArte se realizará del 25 al 28 de enero.
Mira el documental Planeta Bolivia
Lee en línea nuestra revista digital.
Descarga gratis nuestra revista en pdf