Fotos: GAM Tarija
Sitios turísticos en la ciudad de Tarija
La capital de la sonrisa, como se conoce a la ciudad de Tarija, es una de las más acogedoras de Bolivia, con espacios ideales para compartir en familia y entre amigos. El parque Temático, el parque Bolívar, el puente San Martín, la fuente de los Deseos, parque de las Flores y el mirador Juan Pablo II, son alguno de los sitios.
La arquitectura neoclásica marca el casco viejo. Un buen lugar para empezar a conocer este destino turístico de Bolivia es la plaza Luis de Fuentes, en el corazón de la ciudad. Es un punto de reunión para qdisfrutar de los coloridos jardines, perfumados por una gran variedad de flores.
La plaza está rodeada de atractivos arquitectónicos como el edificio de la Alcaldía, construida con un estilo europeo neoclásico, con imponentes líneas rectas; el de la Gobernación, que tiene una fachada construida con piedra labrada y el del Concejo Municipal, con un llamativo color terracota en sus muros y nichos profundos para las ventanas. En esta ciudad, ubicada al sur de Bolivia, la modernidad e historia conviven, se fusionan de manera natural en cada una de las calles, fachadas y edificios.
La Catedral Metropolitana, la iglesia de San Francisco, la iglesia de San Roque y la capilla de La Loma de San Juan son verdaderas joyas arquitectónicas que reflejan la religiosidad, devoción y las arraigadas tradiciones de los tarijeños.
Al caminar por sus estrechas calles se disfruta la tranquilidad y el agradable clima templado. Una para obligada es El Castillo Azul, una emblemática construcción que parece extraída de un cuento de hadas. Pero si de colores hablamos, está la Casa Dorada, un monumento a la suntuosidad y extravagancia, no sólo por sus tonos dorados, sino por los elementos decorativos en su interior: puertas repujadas, balcones con barandas de hierro, alfombras persas y sillas victorianas.
El museo Paleontológico es un lugar muy concurrido, sobre todo por jóvenes y estudiantes. En este repositorio exhiben de forma permanente fósiles y objetos arqueológicos encontrados en la cuenca de Tarija. Cada pieza es fruto de años de investigación en esta región del país.
Después de visitar estos históricos sitios, se recomienda disfrutar de la gastronomía. Un rico saice, acompañado de un refresco de aloja de cebada, son las sugerencias que todo turista recibe al consultar qué es lo más rico para probar en esta ciudad. En el mercado Central, donde se encuentran estos productos típicos, las “caseritas”, como se les dice a las comerciantes, atienden a los comensales con una sonrisa y la calidez que caracteriza a la gente chapaca.
Atractivos turísticos fuera de la ciudad
Reserva de Sama
Dentro de la ciudad de Tarija las opciones para los turistas son muchas. Pero hay mucho más para ver y disfrutar en las localidades aledañas. Un paseo obligado es visitar la zona baja de la reserva de Sama para conocer las comunidades de Pinos Sud, San Pedro de Sola. Los balnearios naturales con impresionantes fuentes de agua son parte de los atractivos. En Coimata, uno de estos sitios, existe una caída de agua de por lo menos 30 metros de altura.
Tomatitas
Otro lugar muy conocido es Tomatitas, ubicado a cinco kilómetros de la ciudad, donde confluyen los ríos Guadalquivir y Erquis. En esta región también está el parque boscoso denominado El Bosquecillo, donde familias y grupos de amigos se dan cita para disfrutar de un día de campo, acompañados siempre de los acordes de una guitarra y las picarescas coplas chapacas.
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Naturaleza
Tolomosita, San Andrés, Erquis, Los Chorros de Jurina, Lazareto, Marquiri, son algunos de los lugares preferidos por quienes gustan de la naturaleza y tienen un espíritu aventurero.
Al seguir el viaje el nuevo desafío es hacer caminata en ascenso por la quebrada del Zorro hasta llegar al Fuerte Caserío Indígena, situado en localidad de Bella Vista, a 17 kilómetros de la ciudad.
La naturaleza tarijeña es realmente generosa y fascinante, regala la majestuosidad con sus paisajes, los cerros de piedra laja invitan a hacer intrépidos paseos.
Zona alta
Ubicado en el lado oeste, limítrofe con Potosí, está el “Circuito zona alta”, conformado por las Lagunas de Tajzara y Dunas de Arena, con aproximadamente 3.600 metros sobre el nivel del mar. Las caminatas guiadas por las dunas pueden llevar unas cuatro horas, pues se visitan iglesias antiguas de las comunidades. Durante el recorrido se avista las aves que habitan este lugar como flamencos, patos y gaviotas andinas. Si el turista tiene suerte puede llegar a avistar vicuñas, venados, e incluso escuchar rugir algunos pumas.
Valle Central
Uniendo el Altiplano de Tajzara (3.700 m s. n. m.) con el Valle Central de Tarija (2.212 m s. n. m.), está el Camino del Inca, región que tiene una variada fauna andina, de la cual se destacan los majestuosos cóndores. En esta zona también es posible apreciar la belleza del arte rupestre con grabados y pinturas.
La Reserva Biológica Cordillera de Sama es uno de los trayectos incaicos mejor conservados de la red de caminos precolombinos de Sudamérica. Además de ser un sitio histórico pues, antiguamente, los criadores de llamas transportaban sal desde Uyuni, según afirman los guías locales.
Valle de los Cóndores
Al Valle de los Cóndores se puede ingresar por la comunidad de Abra de San Miguel de Chaguaya, a 64 kilómetros de la ciudad. A una altura de 3.220 m s. n. m. este es el ecosistema donde habita el Cóndor Andino.
La Ruta del Vino
Un atractivo por excelencia de esta región vitivinícola es la Ruta del Vino y el Singani de Altura, conformada por extensos viñedos ubicados sobre los 1.600 a 2.200 m s. n. m.
Los expertos que encabezan estos recorridos describen paso a paso el trabajo que se realiza para la elaboración de estos vinos. Desde la selección de las variedades de uvas, su cultivo, los cuidados que deben recibir, la cosecha, el procedimiento de producción y finalmente la degustación.
Toda esta ruta se extiende desde el Valle de San Lorenzo, atravesando la ciudad de Tarija, donde se sitúan bodegas industriales y viñedos que unen a los municipios de Cercado y Uriondo. Otras regiones que son parte de la ruta son Santa Ana y el Valle de La Concepción donde se tiene la oportunidad de pasear por las bodegas artesanales e industriales; importantes escenarios en la producción y procesamiento de la vid.
Es recomendable contratar una agencia de turismo para realizar las diferentes rutas.