Si se tuviera que hacer un recorrido por las pinturas que tiene la Casa de la Moneda en Potosí, se necesitaría una hora y media de tiempo. Se trata de una colección virreinal tan grande, que hasta ahora no ha sido apreciada del todo. Son cientos de cuadros, muchos de ellos óleos sobre lienzo, de imágenes sacras, de grandes maestros de la escuela potosina y la de Cuzco, entre otras. En agosto se organizó una exposición solo sobre Vírgenes, por ejemplo, y se sacó los lienzos mejor cuidados, para mostrar diferentes advocaciones.
Estos tesoros, de maestros como Melchor Pérez de Holguín (Cochabamba 1660-1732), hacen que se este espacio sea comparado con un pequeño “museo del Louvre” de París, por la calidad y cantidad de obras.
La característica de la escuela potosina de pintura tiene que ver con personajes de narices afiladas, orejas puntiagudas y proporción de cuerpos de talla baja. Pasó por el tenebrismo, el barroco, el barroco mestizo, porque fue cambiando de acuerdo a la época.
En el resto de las salas se puede observar piezas de plata potosina de alta pureza, muestras de minerales de todo el país y la máquina que se usaba para acuñar monedas, montada en dos pisos, así como las primeras piezas y su historia. También estatuas de cera, que grafican cómo afros e indígenas fueron obligados a extraer mineral, a temperaturas superiores a 40 grados, que contrastaba con las bajas temperaturas del exterior.
Casi todo está intacto, tanto que todavía se puede ver las huellas en círculo que dejaron los caballos y otras bestias que jalaban las aspas de la maquinaria para hacer monedas.
Atención
- Martes a sábado de 9:00 a 11:00 y de 14:30 a 17:00
- Domingo de 9:00 a 11:00
- Entrada: Nacionales Bs 20 / extranjeros Bs 30
